lunes, 17 de diciembre de 2012

EL CASCANUECES

LA CERILLERA


 Aunque no sea lo normal en el Blog. Esta vez te ponemos el cuento entero para que tú lo valores.


¡Qué frío tan atroz! Caía la nieve, y la noche se venía encima. Era el día de Nochebuena. En medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña pasó por la calle con la cabeza y los pies desnuditos.Tenía, en verdad, zapatos cuando salió de su casa; pero no le habían servido mucho tiempo. Eran unas zapatillas enormes que su madre ya había usado: tan grandes, que la niña las perdió al apresurarse a atravesar la calle para que no la pisasen los carruajes que iban en direcciones opuestas. La niña caminaba, pues, con los piececitos desnudos, que estaban rojos y azules del frío; llevaba en el delantal, que era muy viejo, algunas docenas de cajas de fósforos y tenía en la mano una de ellas como muestra. Era muy mal día: ningún comprador se había presentado, y, por consiguiente, la niña no había ganado ni un céntimo. Tenía mucha hambre, mucho frío y muy mísero aspecto. ¡Pobre niña! Los copos de nieve se posaban en sus largos cabellos rubios, que le caían en preciosos bucles sobre el cuello; pero no pensaba en sus cabellos. Veía bullir las luces a través de las ventanas; el olor de los asados se percibía por todas partes. Era el día de Nochebuena, y en esta festividad pensaba la infeliz niña. Se sentó en una plazoleta, y se acurrucó en un rincón entre dos casas. El frío se apoderaba de ella y entumecía sus miembros; pero no se atrevía a presentarse en su casa; volvía con todos los fósforos y sin una sola moneda. Su madrastra la maltrataría, y, además, en su casa hacía también mucho frío. Vivían bajo el tejado y el viento soplaba allí con furia, aunque las mayores aberturas habían sido tapadas con paja y trapos viejos. Sus manitas estaban casi yertas de frío. ¡Ah! ¡Cuánto placer le causaría calentarse con una cerillita! ¡Si se atreviera a sacar una sola de la caja, a frotarla en la pared y a calentarse los dedos! Sacó una. ¡Rich! ¡Cómo alumbraba y cómo ardía! Despedía una llama clara y caliente como la de una velita cuando la rodeó con su mano. ¡Qué luz tan hermosa! Creía la niña que estaba sentada en una gran chimenea de hierro, adornada con bolas y cubierta con una capa de latón reluciente. ¡Ardía el fuego allí de un modo tan hermoso! ¡Calentaba tan bien! Pero todo acaba en el mundo. La niña extendió sus piececillos para calentarlos también; más la llama se apagó: ya no le quedaba a la niña en la mano más que un pedacito de cerilla. Frotó otra, que ardió y brilló como la primera; y allí donde la luz cayó sobre la pared, se hizo tan transparente como una gasa. La niña creyó ver una habitación en que la mesa estaba cubierta por un blanco mantel resplandeciente con finas porcelanas, y sobre el cual un pavo asado y relleno de trufas exhalaba un perfume delicioso. ¡Oh sorpresa! ¡Oh felicidad! De pronto tuvo la ilusión de que el ave saltaba de su plato sobre el pavimento con el tenedor y el cuchillo clavados en la pechuga, y rodaba hasta llegar a sus piececitos. Pero la segunda cerilla se apagó, y no vio ante sí más que la pared impenetrable y fría. Encendió un nuevo fósforo. Creyó entonces verse sentada cerca de un magnífico pesebre: era más rico y mayor que todos los que había visto en aquellos días en el escaparate de los más ricos comercios. Mil luces ardían en los arbolillos; los pastores y zagalas parecían moverse y sonreír a la niña. Esta, embelesada, levantó entonces las dos manos, y el fósforo se apagó. Todas las luces del nacimiento se elevaron, y comprendió entonces que no eran más que estrellas. Una de ellas pasó trazando una línea de fuego en el cielo. -Esto quiere decir que alguien ha muerto- pensó la niña; porque su abuelita, que era la única que había sido buena para ella, pero que ya no existía, le había dicho muchas veces: "Cuando cae una estrella, es que un alma sube hasta el trono de Dios". Todavía frotó la niña otro fósforo en la pared, y creyó ver una gran luz, en medio de la cual estaba su abuela en pie y con un aspecto sublime y radiante. -¡Abuelita!- gritó la niña-. ¡Llévame contigo! ¡Cuando se apague el fósforo, sé muy bien que ya no te veré más! ¡Desaparecerás como la chimenea de hierro, como el ave asada y como el hermoso nacimiento! Después se atrevió a frotar el resto de la caja, porque quería conservar la ilusión de que veía a su abuelita, y los fósforos esparcieron una claridad vivísima. Nunca la abuela le había parecido tan grande ni tan hermosa. Cogió a la niña bajo el brazo, y las dos se elevaron en medio de la luz hasta un sitio tan elevado, que allí no hacía frío, ni se sentía hambre, ni tristeza: hasta el trono de Dios. Cuando llegó el nuevo día seguía sentada la niña entre las dos casas, con las mejillas rojas y la sonrisa en los labios. ¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena! El sol iluminó a aquel tierno ser acurrucado allí con las cajas de cerillas, de las cuales una había ardido por completo. -¡Ha querido calentarse la pobrecita!- dijo alguien. Pero nadie pudo saber las hermosas cosas que había visto, ni en medio de qué resplandor había entrado con su anciana abuela en el reino de los cielos.

CUENTO DE NAVIDAD

martes, 6 de noviembre de 2012

lunes, 29 de octubre de 2012

CUENTOS DE LOS ALUMNOS





LA MANSIÓN DE LA NIEBLA ETERNA

Trabajo de : CARLA LOSANTOS   5b.

 Era un hermoso día de verano en el que cuando me levanté me apeteció ir a leer un poco a la nueva biblioteca.
Cuando llegué vi que había una estantería dedicada a mis libros preferidos: los de misterio. Cogí un libro y empecé a leerlo y en una de sus páginas había un mapa  de la mansión de la niebla eterna , una casona abandonada en la selva negra que tenía unos túneles subterráneos en los que había un tesoro cuyo  guardián era un ogro .

Como estaba de vacaciones decidí hacer un viaje a la selva negra para investigar y si se presentaba la ocasión encontrar aquel famoso tesoro.

El viaje se me hizo muy corto pues lo hice en avioneta y estaba pensando todo el rato en las aventuras que pasaría en la misteriosa casona.
Cuando llegué anduve y anduve para ir a la mansión .Por fin llegué y la verdad es que daba muchísimo miedo. Intenté entrar pero la puerta estaba cerrada con un candado gigante. Entonces cogí una cuerda que por suerte estaba colgada de una rama de un árbol y trepé hasta la ventana más cercana. Entrar por la ventana fue muy fácil pues estaban todas abiertas y rotas.

Todo estaba lleno de polvo y todo tipo de insectos como cucarachas, arañas y ciempiés.  ¡Qué asco!...

domingo, 28 de octubre de 2012

Técnicas de estudio



Técnicas de Estudio:¿cómo preparar un exámen?

Antes de nada, recordar que no existen píldoras mágicas para aprobar. Todo requiere un esfuerzo por nuestra parte.

¿Cómo puedes mejorar la preparación de los exámenes?


Asegúrate:

Trabajar diariamente para asegurarte de que entiendes la materia. Preguntar en clase cuando sea necesario.

Estudiar cada tema: subrayar, hacer esquemas, resúmenes…siguiendo el método adecuado (el que cada uno eligió)

Cuando un tema queda bien aprendido, no se olvida fácilmente. En el estudio de los siguientes temas tendréis que apoyaros en los anteriores, por lo que os sirve de repaso y consolidación.

Cuando se aproxime el examen, tenemos que repasar para afianzarlos más en la memoria.

Cuando se ha trabajado y se sabe el examen, no debemos preocuparnos.

  ¿Cómo puedes mejorar la realización del examen?

martes, 2 de octubre de 2012

POESÍA

 Aquí os dejo la letra y el vídeo del poema de Machado que leímos en clase:

 

Parábola

Era un niño que soñaba

un caballo de cartón.

Abrió los ojos el niño

y el caballito no vio.


Con un caballito blanco

el niño volvió a soñar;

y por la crin lo cogía...

“¡Ahora no te escaparás!”


Apenas lo hubo cogido,

el niño se despertó. 

Tenía el puño cerrado.

¡El caballito voló!



Quedóse el niño muy serio

pensando que no es verdad 

 un caballito soñado.

Y ya no volvió a soñar.



Pero el niño se hizo mozo

y el mozo tuvo un amor,

y a su amada le decía: 

 “¿Tú eres de verdad o no?”



Cuando el mozo se hizo viejo

pensaba: “Todo es soñar,

el caballito soñado

y el caballo de verdad.”



Y cuando vino la muerte,

el viejo a su corazón

preguntaba: “¿Tú eres sueño?”

¡Quién sabe si despertó!

Antonio Machado (1875-1939) 

 




UNIDAD2.CONOCIMIENTO DEL MEDIO

 

EL FASCINANTE MUNDO DE LAS PLANTAS

 






jueves, 6 de septiembre de 2012

UNIDAD 1.MATEMÁTICAS

CONTENIDOS


Sistema de numeración romano

Sistema de numeración decimal y posicional

Números de más de siete cifras

Comparación y ordenación de números

Representación de números en la recta

Aproximación de números hasta los millares

La adición y sus propiedades 

La sustracción y su prueba

 Obtener los datos de un texto y resolver 

 Sumar 99 a un número 


RECURSOS PARA EL TEMA